Siempre fiel, honesto... ese hombre abatido por la vida, toma las riendas de su vida y va, en busca del trabajo. No por ser fácil o difícil, siempre va cumpliendo con las metas, con el horario,con todo lo que se le va solicitando...Sale despedido no porque sea ineficiente o sea malo, sale porque ha habido despidos de personal, nunca en su vida ha tenido un trabajo estable, porque su país es así, es inestable. Julio se acomoda, toma una vez más el periódico, lo revisa, mmmmm...hay una plaza, una oferta laboral, con la frente en alto, y la mirada cansada, nuevamente toma su hoja de vida, la revisa y va en busca de esa oportunidad que la vida le brinda, una última quizás, no hay palabras para descrinbir lo más hermoso que desea, lo más lindo en su vida es amar a su mujer que sueña con un Julio brillante y apasionado. Increíble quizás...en un país en donde por una oferta laboral acudieron cincuenta personas, almas sedientas de trabajar, Julio es llamado por teléfono aquella mañana...Julio es contratado...Hay fiesta en el hogar, se enciende una chispa más en la chimenea. Julio con la ilusión de cada día y llevar el pan a la mesa sale con el asombro de ese trabajo que le es ofrecido, y comienza una nueva faena para é, un hombre de cincuenta años, pero con el alma como de un chico de quince, se esmera nuevamente, cambia sus hábitos que no le agradan a su mujer que es una amante esposa de siempre y sus bellos hijos que lo esperan cada noche, pero el infortunio no se hace esperar, el trabajo es de mensajero y cada mañana a las cuatro de la madrugada, sale en busca de cada puerta para llevar el mensaje...Julio es abatido aquel día, una bala perdida se cruza en su sendero, Julio muere con la ilusión perdida y sus lágrimas profundas de nunca haber encontrado la verdadera pasión de un trabajo...Y es que su país es así, inestable y crucial.