Estos meses, he sentido una atracción por alguien, no una simple fuerza que me une a ese ser por su físico, es un sentimiento nocivo pero a la vez remediable, un sentimiento de necesidad con él, de algo agradable, como un profundo éxtasis para el alma. Me enamoré de un ser de luz, que llegó y trajo consigo una cura para mi agonizante alma, no es su físico, es su manera de ver y percibir este horrible pero singularmente confortable y hermoso mundo, de su manera de mirar, del como protege las cosas, de que se siente responsable de algo que no le incumbe, de su mirada, de su imperfección, de su brusquedad, de su bondad, de su sentir…

Aunque no es recíproco toda esta gama de sentimientos, y aunque todas las percepciones del mundo sean diferentes y por lo tanto ajenas a cada quien, estas nuevas ideas sobre alguien especial hacen que encuentre poemas, libros, canciones parecidos a mi realidad con él, y es gracioso, divertido. En ocasiones me encanta recordarlo al escuchar una canción, al leer un poema, en una ocasión leyendo a mi autor favorito encontré el más perfecto de los escritos, y lo apropie a mi realidad “…porque te tengo y no…” Tal vez alguien llegue a identificarse también con lo que siento hoy.

Creo que hoy amo, a un ajeno e imposible ser de luz pero amo. Y me libero al inmortalizarlo en este escrito, tal vez esta es mi trascendencia, mi paraíso no religioso, mi Valhala.

Pero ahora tengo otras necesidades, tal vez la felicidad completa sea la satisfacción de la misma, cosa imposible, pues a cada momento se necesita de algo más, de alguien más, de más cosas, de más razones, de más tiempo…

Ahora necesito afecto, me siento sola. Muchos dicen que se nace solo y se muere solo, la vida es un camino lleno de soledades, de encuentros y estancias pasajeras, de amistades lejanas y poco sinceras. Pero a veces no me siento así.

El tiempo trascurre lentamente, siento una terrible incomodidad en mi piel, tal vez sea la alergia que ahora tengo, tal vez sea la misma soledad actuando en mí, tal vez sea un dios que no existe, tal vez sea que mi alma lentamente vuelve a dormir.

Si, así es, mi alma esta dormida, apagada, como si esperara algo que la trajera de nuevo a la vida, que la alentara, que le diera un aliento. Aún no encuentro el modo de traerla a la vida de nuevo, yo soy la diosa de mi propio cuerpo, de mi propia existencia, de mi alma. Pero este poder supremo que poseo en y para mí, esta fallando. Tal vez necesite un complemento, tal vez necesito aprender más, tal vez necesito de una fuerza ajena a mí, pero no lo creo, viví casi quince años de mi vida aferrada a la idea de un dios que no existe hoy en mí, con dudas durante mucho tiempo y muchas ocasiones, un dios sordo, que nunca se preocupó de mi, un complejo que deje a un lado, porque ahora gobierno mi vida, desición tomada con mesura y tranquilidad, con la razón al cien por ciento.

Es increíble como me libera el escribir, siento un aliento de vida. Ahora pienso en hacerlo todos los días, en dejar de ocultarme bajo la máscara de una apagada pero feérica sonrisa. Palabras que llegan a mi mente sin sumisión de la razón, sentimientos que me hacen sentir alegre, es extraño pero se siente bien.