Cuando el Sol cae
A esta hora del día, cuando el Sol comienza su marcha fúnebre, podría relatar a ciencia cierta el estado en que nos encontramos cada uno de nosotros. “Guardando las proporciones del caso”, obviamente.
Comenzaría por decir que una parte de ti sigue bien acomodada dentro, oculta entre la deliciosa selva de tu carácter. Las Hienas abundan en tu sabana, bien mentirosas ellas, riendo siempre, ocultando su urdido plan de comer desechos. La Gacelas en cambio, tan bellas y esbeltas, correrán rápidamente del León que siempre está dispuesto a devorarlo todo.
Al acabar la persecución y cuando el Rey esté satisfecho, llegarán las cínicas risueñas a terminar el fatídico cuadro de una meseta africana cualquiera.
La parte segunda de tu triada, la más visible de todas, seguirá mostrándose cordial, mas siempre envuelta en la nube tejida por sus dos compañeras faltantes. El querido siervo de la omnipotente tercera. Un blanco y tierno ciervo.
Y no podía quedar atrás la más vedada de todas, la que sólo mi parte más olvidada recuerda con entereza. La imperecedera “Fuente de la Ilustración”, que no se aplaca bajo sol ni sombra. Esencia única portada desde la cuna.
El Sol comienza a decaer, y cuando éste se oculta, las sombras también desaparecen, tal vez sea porque todo se convierte en sombra.
De la nebulosa sombra emerge mi trio cargado de más muertos que de vivos.
Dos de mis ángulos están dormidos, y el ángulo de la corona, el más recto de todos, sigue estando arriba, bien arriba. Acomodada ella, recibiendo en prenda cada una de tus oraciones. Mientras que nosotras acá abajo soportamos todo el peso. Una es una gata en celo y la otra se las da de puritana, pero ninguna de las dos es lo que realmente parece. Es que acá en las sombras todo es menguante. Así como la Luna.
De la corona no hablaré, por que sólo tú te entiendes con ella. Está tan por lo alto a nuestros ojos.
¡Ella sí es capaz de ver el Sol!
…Es una lástima, una verdadera lástima. Por que ella está más muerta que nosotras dos juntas...
La trinidad seguirá tan incompleta como siempre. |