¡Todo lo bueno se acaba!...una acertada verdad.
Cuando llevas tanto tiempo perdido en el océano sin rumbo, acabas por perder la esperanza de algún día encontrarte con algo a lo que sujetarte para no hundirte cuando agotes tus fuerzas, no se, simplemente lo asumes y aprendes a flotar sobre el agua con el mínimo esfuerzo dejándote llevar hacía lo previsible. Pero, en el momento en que descubres que a tu lado pasa lo imprevisible y decides agarrarte, miras más allá del horizonte y sin darte cuenta, tu actitud cambia, tus esperanzas se asoman, recuperas energía y te olvidas del agua, tan sólo buscas tierra.
Sin embargo, los días pasan, ni tierra ni nadie que te auxilie, la claridad del momento se oscurece, tus fuerzas disminuyen, el agua vuelve a hacerse visible y te sientes derrotado de nuevo. Por tu mente un “fue bonito mientras duró” y de nuevo te sientes vacío, triste, sin rumbo,…así es la vida, ASÍ ES MI VIDA.
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