entre modorra y temblor, me siento, como trasquilada, por el campo...
asi como oveja sin cuidador
y me pregunto acerca de la vida y sus verdades
buscandote en el horizonte perfecto
que circunda el bello lugar al que no pertenezco
y me siento de plano,
sin pensar más allá,
aunque pensando tanto que ya no quiero más pensar
y mi sangre clama tu nombre
mojado, ardiente
negro y escurridizo,
pero tan sólo contestan palabra huecas-ahuecadas
que tal vez sean el viento
diciendo que para mi no estás y ya!
Pero bueno,
tal vez y soy un poco más optimista y te guardo en mi recuerdo
para siempre, para más
más que un día, más que una hora...
mucho, mucho más!