Como un ave rozó el infinito de la calma cuando su rostro se perdía en la ancianidad. Después sólo el espanto acarició lo vertiginoso de su vida. Ana Cecilia. Final Los fondos y las formas se mezclaban en un inmenso cataclismo que no daba paso a la veracidad mientras las bombas lo destruían todo. Ana Cecilia.
Texto agregado el 06-03-2003, y leído por 494 visitantes. (7 votos)