Un Angulo en Otra Dimensión

Era para ese entonces una manera de llamar la atención, según muchos de sus más allegados, pero para Melvin era más que eso. Si lo fue tanto que se adentro más y más en sus oscuras convicciones.

_ ¡A poco, ya lograré esto! - exclama Melvin jactanciosamente mientras toma el jacuzzi con la mirada fija en unos de sus libros esotéricos, titulado "Poderes Extrasensoriales".
Si le fascinaban esos libros, desde aquel momento en el que se vio involucrado en líneas Psíquicas, no admitió nada que le diera lógica a lo que el buscaba, y como admitirlo si en el fondo sabia que no las había.

_Al menos con palabra no se podrá explicar, pero si con hechos- Piensa Melvin en sus adentros- mientras continua leyendo el libro.

Pero quien podía detenerlo, llevaba ya años en sus practicas esotéricas; a sus padres no les quedo mas que resignarse, por igual a sus demás familiares y amigos. Pero si sobre alguien pudiera recaer la culpa seria sobre su madre, aunque la pobre, no estaba bien informada sobre esa enfermedad llamada Esquizofrenia, si aquella que casi todos en el pueblo conocían de nombre, pero no sabían nada en cuanto a ella, aquella que el Medico le dijo que su hijo padecía, cuando esta lo mecía en brazos una vez después del parto.

_ Ahhhhhh… _abosteza -de manera tal que se da cuenta que esta algo aturdido y decide cerrar las paginas del libro. Pero no sale del Jacuzzi sigue ahí, solo que ahora concentrado profundamente en su respiración. Mientras le vienen a la cabeza una y otra vez recuerdos tanto de su infancia como de su adolescencia, se siente tan relajado…. Sorpresivamente se ve envuelto en una irreparable melancolía, es cuando se siente más sensible, y decide dejar atrás todo aquello que durante años lo tiene poseído.
_¡Alto! noooooo..Esto no puede pasarme a mi yo soy Meléndez Segura _ dice desesperadamente dentro de si, para autoconvencerse de que no fue mas que un Desliz. _Si eso fue un desliz_musita casi sin creer lo que experimento hace un momento-.Verdaderamente, no sabe explicarse ni el mismo lo que sintió, pues tuvo que conmoverlo en lo mas profundo, para acordarse nuevamente de su verdadera debilidad, aquella que viene dada por su nombre Meléndez Segura, aquel que decidió cambiarse desde que se sintió poderoso con sus pequeñas hazañas.

_Dr. Melvin Segura…_ Dice dejando estallar una carcajada, con aire de superioridad. Tengo que recordar que yo no estoy vendado con la lógica como muchos de ellos, yo estoy abierto hacia la realidad.

Pero a que realidad se refería, no estaba mas que engañado por todos los videntes, con los que había compartido, con todas las basuras de libros que había leído, a todas las sesiones con los llamado Maitreyas... a las cuales había asistido, pero no, el no quería admitir su situación.

Inmediatamente pudo recobrar la calma fue entrando nuevamente en su estado de trance anterior pero esta vez de una manera más diferente, tratando de controlar los recuerdos que sacaba a lucidez en su consciente, hasta que fueron confundiéndose unos con otros.

De repente, como de manera automática; Mira el reloj, y se da cuenta que el tiempo no ha transcurrido en lo mínimo, al mismo tiempo gira la vista, y ve a Susan a su lado muy relajada al lado suyo tomando el Jacuzzi, se miran ambos por espacio de 2 seg. Y empiezan a besarse apasionadamente…, al ritmo en que hacen un juego entre el roce de sus cuerpos y la espuma del Jacuzzi. Melvin parece por fin haber encontrado un amor en su vida, en su mística y oculta vida, pero no es así, Susan es una mas de sus esporádicas experiencias o fantasías sexuales, que piensa llevar a cabalidad.

Rápidamente y al mismo ritmo deciden pasar al cuarto de la Cabaña, el cual estaba rodeado de espejos por todas partes, una vez ahí le dan continuación a su estado pasional anterior, de manera que se va haciendo mas intenso, pero no llega a tal extremo, pues en espacio de ese mismo instante, Melvin, fija su mirada, cortante en ese espejo que le queda al frente, y como si estuvieran unos tras otros unidos por cadenas empiezan a hacerse añicos.
A penas pudieron salir del cuarto y toparse con un security, que impresionado ante tal catástrofe, no hizo mas que quedarse pasmado.
Melvin no encontró, como explicar lo sucedido, sentía que dentro de el se había despertado una pena y vergüenza interior, tenia la respuesta dentro de si, mas cuando intentaba exteriorizarla se le trababa en la lengua o antes que eso se le nublaba en su pensamiento la verdadera respuesta, pero la verdadera respuesta estaba ahí, cuanto anhelaba de la lógica para poder estudiarla, para su buena suerte estaba la lógica presente pero para su desgracia tampoco pudo comprenderla porque no la conocía, y antes que… la había rechazado.

Tuvo que vender todas sus prendas y reliquias de valor para poder así pagar los daños de los espejos rotos. Pero ahora no era eso lo que a Melvin le preocupaba, sino que al llegar a su casa, pudo comprender lo sucedido, pero esto no hizo mas que aterrorizarlo, pues ahora no fueron los espejos lo que se le hicieron añicos en su casa, sino que hubo lo que el en su estado conciente llamaría guerra de artefactos voladores…

Si Melvin consiguió lo que tanto anhelaba, al fin se habían despertado sus poderes extrasensoriales, eso ya explicaba lo de la Telequinasis. Pero ¿donde estaba su emoción? esa que lo mantenía motivado en sus más oscuros descubrimientos. _No todo eso no fue mas que un engaño _ pensó Melvin_ poderes de demonios eran esos. Pues verdaderamente no podía controlarlos, y lo único que hacían era volverlo loco.
Pero si todo se hubiese quedado así tal vez no hubiese sido tan escandalizante. Pero no fue así. Melvin sufría mucho por dentro, así como los espejos podía sentirse demolerse a añicos, había perdido su paz y mucho mas que eso, ya nada poseía… ni siquiera sus pensamientos.
Si sus pensamientos ya no eran suyos, eran compartidos con muchísimas personas, y es que logro alcanzar también la Telepatía, al igual que la anterior esta tampoco la dominaba, sino mas bien que esta lo dominaba a el a su mejor antojo.
No podía dejar de enviar mensajes de mente en mente y de leer mentes que ni siquiera, a conciencia sabia. Pero sabia que era gracias a esos poderes Malévolos que no querían mas que volverlo loco, y posiblemente dañar a los demás….
Pero volvió a Jactanciarse _ Yo soy Melvin Segura, y estoy seguro, de que saldré victorioso….. Pero ya esto ni el mismo se lo creían y no hizo más que romper en lágrimas amargas y en sufrimiento incesante, y así paso horas.
Pero hasta el reloj se había virado en su contra, cada minuto que pasaba Melvin era un mutante en secuencia. Fue adquiriendo mas y mas poderes Clariaudiencia, Clarividencia, y quien sabe cuales mas, escuchaba voces del mas allá, para su desgracia tampoco sabia de donde venían, veía imágenes e impresiones, que no hacían mas que atormentarle la cabeza y ponerlo en un estado de schock horrible.

_ ¡Dios mío estoy loco!, completamente loco, o si no lo estoy esto llegara a enloquecerme_ decía a modo de gemidos con intervalos. Para su fortuna mientras decía estas palabras pudo recobrar algo de conciencia, y darse cuenta de que los consejos de sus familiares y amigos pudieron haberle servido de mucho, si por lo menos le hubiese prestado atención. Pero ya era tarde.
Aunque pudo darse cuenta de que el ser humano no es un dios y que su mente es totalmente limitada, tanto que aunque goce de tales poderes, le faltaba el poder más esencial o mas bien el que le sirviera de manual para domar los otros, pero ya no existía para el tal poder, ya que son los únicos que pueden darlos son los demonios, que son los agentes responsables de todas las cosas ocultas, y esto a ellos no les conviene.
Si pudo darse cuenta de todo esto…. Y lo lamento en lo mas profundo de su alma, pero lo que no pudo darse cuenta, el pobre Melvin es de que todo esto era una pesadilla, y así como en un instante despertó y se dio cuenta que estaba en el Jacuzzi, no comprendió nada, no comprendió, que se había quedado dormido.
En su estado de Neurosis salio despavorido a la calle, con los ojos, virados y desorbitados de un lado para otro, el pobre Melvin estaba tan poco conciente de lo que hacia, que ni siquiera se cercioró de que estaba desnudo.
_Melvin, ¿m shijo, que e lo que te a pasao? _ Le preguntaba la gente mientras lo veía como loco ahí parado en la cera, gritando y protestando en contra de las líneas psíquicas. Este a su vez solo atinaba a decir, _Lo que viví es un ángulo en otra dimensión.

Y así paso el resto de sus vidas, con esa camisa de fuerza allá en el Manicomio (hospital psiquiátrico) sentado en una silla, y cada vez que le preguntaban solo podía decir, _Es un ángulo en otra dimensión_. Le pedían que le explicase a que ángulo se refería, y este solo respondía: _ Es eso, eso es, un ángulo en otra dimensión.

¡Oh Melvin!, Vidente poco adiestrado, acaso nunca se dio cuenta que más que ser un ángulo en otra dimensión, fue un ángulo desde mi propia experiencia.