–Y de nuevo hola, abue... otra vez te vas a negar a hablarme? Mamá dice que estás en coma o en punto o en no sé en qué, pero yo sé que estás serio desde el día en que te grité que eras un coño anuque no sabía qué era un coño... aún no lo sé, pero un día lo dije delante de carlos y me dió una bofetada, como tú dirías, "de puta madre"...
–Abue... hoy estoy cumpliendo cinco, y no espero a que me regales nada, sólo quiero que veas esta tarjeta, la hice ayer con esos lápices cuchis que me diste la navidad pasada, los recuerdas?
–Yo no entiendo por qué te gusta dormir en esta habitación tan aburrida, blancas las paredes, blanco el techo, blanco el piso, blanco tu cabello... mamá dice que parece el cielo, pero el cielo tiene por lo menos nubes, pájaros, aviones, y los globos, todos los globos que se me han escapado de las manos...
–Mirá viejo, la casa ya no es lo mismo, Carlos no tiene ni idea de la guerra de los mil días, ni de la muerte de gaitán, ni de la televisión a blanco y negro, ni de tantas cosas que me contabas cuando me cargabas horas y horas en tus piernas... te extraño abue...
–Anciano, por qué no abrís los ojos para mirar esta cortadita que tengo en el dedo?, ves cómo duele? pucha, cómo sangra!
Vamos, no te hagas del rogar, que ya me está cansando tu silencio. Mirá cómo yo te cuento mis cosas y vos no me tirás ni una j.
Mirá vieeeejo, a que no sabés qué te traje... tómala, es tuya... es una vocal, aprendí a dubujarla hoy, se llama "la señora A", pero viejito... por qué no abrís tus ojos? Si supieras todo el esfuerzo que hice para pintarla, y lo grande que abrí la boca para decír cómo se llamaba, aaaaaaaaaaaaa
–Sabés qué me gusta de aquí? Sentarme a ratos a mirar la maquinita esta que parece un televisor que siempre esta dibujando montañitas y no se cansa... o bueno, no se cansaba, porque ahora ahora está haciendo una línea derechita y un ruidito que yo repito: biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii... |