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Un cuento olvidado de Giovanni Papini
2.- Cuento

Salió de la fonda con el mondadientes aún entre los labios, Ramiro conversó casi tres horas con Jian Li Feng, por mas interesante que sea la tertulia el debía trabajar, era un auténtico intelectual dedicado ahora al sano oficio de talabartero; de entre los cueros las curtiembres y los gobelinos que arreglaba, junto a los muebles de familias ricas, ahí estaba un baúl grande inmenso cargado de libros, no recordaba hace cuantos años el baúl estaba ahí, talvez pensó era o fue del gringo que viajaba por todo el mundo y que al vender la casa optó por abandonar en la suya los muebles. Miró la silla de cuero a medio arreglar la acercó para sentarse junto al hallazgo y procedió a abrirlo, estaba seguro al abrir que estos libros no iban a ser de los favoritos para su colección estarían en otro idioma. Y así fue iba sacando los libros de uno en uno, aquel con buen empaste, otros semi despedazados aquellos sin pasta, en papel periódico y aquel en papel cushé manchado, amarillento. Revistas recortes, papeles viejos. Fotos de niños de chicas, de bailarinas de ciudades, claro unos irían de adorno para su sala otros los vendería como libros usados, como en el cuento de la lecherita, en dos horas la revisión estaba por terminar o abatir a nuestro amigo, en eso palpó pegado al forro sin que se viera un abultado que sobresalía, con el estilete cortó los forros del baúl y extrajo un libro marrón que decía Giovanni Papini el GOG, adherido con una cinta verde y nudo se hallaban algunos papeles cuadriculados, eran manuscritos con pésima letra, ese tipo de letra que nos sale al momento de escribir en un coche en movimiento. Sin duda era algo escrito al apuro y en tremendas circunstancias.

El talabartero e intelectual, Ramiro; salió corriendo del taller tomó rumbo a la ciudad, se apeó en un bus grande de los que pasan cada 15 minutos, los papeles hallados necesitaban ser traducidos, en la ciudad corrió hacia la Universidad a la Facultad de Lenguas, le atendió un profesor muy viejo de antiparras, meloso le pidió 5 dólares por la traducción se mofó de la letra y procedió a traducir en voz alta, claro dijo es italiano muy muy fácil, …… en uno de mis constantes viajes lo hice por Ecuador, había visto unas tres o cuatro veces al interlocutor, de entrada me pareció fatuo y petulante quién sabe algo grosero, estaba en el bar de un pasaje, jugaba al ajedrez, con mis acompañantes buscamos una mesa y quedé junto a él, el bar era estrecho las sillas muy bajas, elegante algo elegante concurrían ahí los toreros, cuadros de toros y cuernos en las paredes, el vociferaba su juego ajedrecístico, y como que instruía a su rival, ante tal aspaviento me digné mirar la partida, no me pareció una buena partida, pero el contacto visual quedó hecho.

Con mis acompañantes hombres seguros y ambiciosos empezamos la tertulia acerca de la teoría del conocimiento, íbamos enfrascados en la plena discusión, cuando el me dijo puras pendejadas eso que usted afirma ya lo expuso Manuel Kant y que este a su vez se inspiró en Rosseau en lo inquebrantable de la voluntad moral, con la investigación, citó tomo numero de página edición y editorial. Pasó el tema y nos entramos en la filosofía cuando un nuevo contertulio se acercó y nos dijo, soy el primer filósofo de este país mis atinados estudios me han permitido escribir este libro que pretende iluminar a los presentes que se dignaran leerlo, pasó el libro muy bien encuadernado discreto en su forma cuando quise ojear sus paginas el contertulio ajedrecista, el ávido se abalanzó sobre la obra y se la leyó de un girón tardaría máxime 35 minutos, yo continué en la charla había pedido otra botella de licor. La charla estaba por demás amena, el primer filosofo del país era muy inteligente y docto, gran chispa afable y hasta bromeaba con elegancia, de pronto el ávido cerró de un golpe el libro con un sonido muy duro, sonó como cuando se rompe un ventanal, y de frente al primer filosofo del país, arrojó su libro a sus pies y le espetó, ¿Cómo es que usted un filósofo, puede hacer tamaña mamarrachada? Y él mismo se contestó es “ridículo”.

Ahhh avanzó a excusarse el primer filosofo del país, es que está hecho para mis estudiantes. No vale le dijo el ávido no sirve para nada. Ante esto el primer filósofo del país huyó como cuando a un niño le ponen un cero en el deber. Jajaja se reía cuando el primer filósofo del país abandonó la reunión o se batió en franca retirada. Talvez no le oyó que el ávido le gritó ¡Vuelve acá y pelea!

La escena dije se parece mucho a un capitulo del Ramayana, ese fue mi error mi comentario hizo que me diera cuenta que me había ganado la guerra mundial, el ávido me empezó a escrutar de pies a cabeza como queriendo saber por mi aspecto como me llamó o como soy, seré otra presa o seré el cazador. Sin mas le extendí la mano y le dije Goggins, mucho gusto respondió en buen Inglés que se me antojó de Ohio (mi segunda patria).

Pero que está leyendo usted en estos momentos preguntó, por primera vez fui humilde al contestarle bueno leo la enciclopedia de la filosofía de Alfredo Foulli, al tiempo que hice un ademán al acompañante que traía mi maletín de mano, me pasó y me animé a sacar los libros del maletero, 6 libros que los había conseguido con una gran suerte, la enciclopedia se encuentra agotada en Europa y en toda América hay 25 ejemplares algunas incompletas. Estoy leyendo a Mencio (Ji Mèngk), llamado en occidente Mencio (de pinyin MèngzWade-Giles Meng Ke, literalmente "Maestro Meng"), (370 adC - 289 adC), fue un filósofo chino, el más eminente seguidor del confucianismo. En su obra, conocida como Mengzi, defiende que el hombre es bueno por naturaleza y debe poder desarrollar una conducta razonable y recta. Según este pensador, en el corazón de todo ser humano hay cuatro sentimientos naturales o tendencias que le orientan hacia el buen camino:
1. el sentimiento de compasión
2. el sentimiento de vergüenza
3. el sentimiento de respeto y modestia
4. el sentimiento de lo que está bien y lo que está mal.
Esos sentimientos son una especie de raíces que, cultivadas, desarrollan las virtudes de la benevolencia, la rectitud, la urbanidad y la sabiduría. Mencio intentó influir en los gobernantes de su tiempo para que creasen las condiciones más favorables para el desarrollo de las personas. En sus escritos dejó dicho que el gobernante sabio es aquél que se preocupa por el bienestar de su pueblo: :"El soberano inteligente organiza la producción de sus súbditos de forma que puedan sostener a su padre y a su madre, a sus hijos y esposas, que en los años buenos puedan comer a su gusto, y en los malos no morir de hambre. Una vez alcanzado esto, los dirigirá hacia la práctica del bien y el pueblo le seguirá." (Mengzi, I A 7).
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Mencio"). Ahh demasiado antigualla para mi gusto mire Mr. Goggins, en estos países, los filósofos están tan atrasados que ni siquiera han reparado en los escritos de Ludwig Wittgenstein no conocen si existió, yo en mis largos viajes que me ha enviado el destino, pude leerme varias bibliotecas, mi pasión fueron las artes la música, la literatura, tengo una rara enfermedad mental todo lo que leo me aprendo de memoria; si es enfermedad puesto que está fuera de lo normal, los grandes sabios para mi son como niños no encuentran la palabra adecuada en el momento propicio, utilizan sinónimos que realmente calzan a regañadientes en los conceptos, he aprendido con gran facilidad treinta y seis idiomas, y ciento cuarenta dialectos, he derrochado fortunas en el juego de ruletas y cuando ya no he tenido dinero siempre me aceptan para trabajar como bibliotecario ahh después de las mujeres los libros, son mi pasión, hoy he logrado un doble punto a mi vida conocerle a usted Mr. Gogins y también haberme comprado esta obra de Platón contiene los Diálogos de Platón y La República, asimismo esta traducida al español pero fue primero escrita en griego, la conseguí en solo 7 dólares …… ¡estoy feliz!……..

Luego en voz entrecortada y mirando con el rabillo del ojo a mis libros dijo; no sé talvez, siempre quise releer la enciclopedia de Foulli, talvez me pueda ceder sus ejemplares hice un ademán protector para mis libros coloque mi mano sobre ellos, el fue mas allá agachó la cabeza y cubrió los libros con sus dos brazos y su cuerpo, véndamelos Goggins por favor, por probar el tamaño de quién estaba queriendo hacer un negocio conmigo dije una cantidad exagerada déme usted tres mil dólares por la enciclopedia dije, el respondió todo lo que tengo son dos mil dólares, acepto le dije al ver su desesperación. Pero por favor en mi habitación tengo el dinero, la curiosidad me había mordido, sus ropas eran limpias pero de segunda categoría o más bien baratas, yo estaba con traje de casimir Inglés y una corbata a cuadros, como me habló en Inglés yo confié en el no plenamente pero confié.

Para mí una nueva experiencia me dije; el hombre está por demás interesante, creo que si està fuerte en griego y lee los clásicos mal puede tratarse de un maleante, mandé al paje al hotel me quedé solo con mi paraguas. En el cuarto una cama una lámpara eléctrica, un camastro en los costados mas libros, arrumados en costales también gran cantidad de libros de distinto tamaño y contenido. Veníamos por el dinero le dije ahh si, me dijo, me hizo sentar en un sillón cómodo si era cómodo, adivine que era donde el leía. Y para mi sorpresa alcanzó el libro de Mario Bunge y de alguna página me entregó cincuenta dólares, luego sacó de una obra de Marcel Proust 100 dólares, del Quijote de la Mancha sacó mil dólares, de la obra de Kierkegard sacó cien y así tenía el dinero este hombre, de libro en libro creo que premiaba al autor dándole a guardar sus dólares, siguió extrayendo hasta reunir los dos mil dólares.

Luego en la calle de los cafetines de esa ciudad me sentí disgustado, es que yo citaba a un autor x y el sabía el número de página la edición y título del libro, mi memoria es buena pero creía que las citas eran esenciales, el ya se las sabía todas.

Si éramos dos colosos, que caminábamos pisoteando las aceras y estas se hundían a nuestro paso, aprendí de este hombre a ganar siempre en la ruleta, yo le enseñé mi teoría del pokar, si yo recitaba un poema de Neruda el recitaba una obra de Walt Whitman……

A la vista de tanta sabiduría y cultura, yo Goggins el primero del mundo, terminé por nombrarle a este ser ávido y culto MI MEJOR DISCÍPULO.
a continuación deleitense con Zorba el griego y salud gracias por leerme
http://www.youtube.com/watch?v=MeriTXdLfZk&feature=related

Texto agregado el 08-02-2007, y leído por 277 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
04-03-2007 llenas de sentido cada palabra que conforma tu texto 5* neison
14-02-2007 Haces gala de mucho conocimiento bibliográfico, das vueltas en los pensamientos pero al final concluyes con algo que no esperaba el lector, es un buen cuento. Apolion
 
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