Yo iba a hablar del pene, pero se me adelantó Barrasus y no es cosa de repetirse. Así que hablaré de las colas, que aunque a alguno le suene a lo mismo, no va en ese sentido.

Hablo de esas odiosas colas que tenemos que soportar todos los días, allá donde vayamos. Esas ignominiosas nóminas de desencanto y frustración y que, según mi punto de vista, tendrían componenda.

Y no hay mas que ver; las colas de las ventanillas del banco. Tú vas y les dejas un dinero; el interés que te dan por tu plata es mejor desconocerlo para no pasar tamaña vergüenza; no contentos con ello, te cobran gastos de administración… de tu dinero, el que les has prestado casi al 0%. Y encima tienes que hacer cola para hacerles el ingreso.

Las colas de banco son curiosas, en mi pueblo están llenas de viejecitas, los viejos ya suelen haberse muerto; que van a comprobar si les han pagado la pensión, por tercera vez en lo que va de mes; que jamás usarán el cajero y que guardan la libretita de ahorro como si fuese el dinero en metálico, en su plastiquito y liada en dos pañuelos. Tienen todo su derecho pero jode que el banco siempre, de cuatro ventanillas tenga solo abierta una. ¡!Mas personal; mas movimiento¡¡ pero claro, a ellos les da igual, total, vamos a seguir yendo.

Me vienen a la cabeza también las colas de hipermercado…Por si es poco vendernos mierda en la mayoría de los casos, de engañarnos con las ofertas y de desorientarnos abrumándonos con cartelitos, tarjetas y descuentos inexistentes. Cuando ya tienes el carro hasta arriba de todo lo que no necesitas para nada…hala, la cola. Porque además de pagar sueldos de mierda a sus empleados, tienen los justos. Ahí están; doscientas cajas todas alineadas y abiertas siete.

Antes, en las tiendas de barrio, también hacías cola, pero era distinto.Se hablaba con la señá María; con la Pili, con la Madre del Alberto…era otra cosa; además, siendo hombre te dejaban pasar, me imagino que pa quedarse ellas, que delante de un hombre no se podían hablar según que cosas.

Y las colas del INE? (Instituto Nacional de Empleo dicen ellos)...en cualquier estamento oficial ocurre, pero aquí es mas flagrante. Tu, jodido y desempleado; que es de las peores cosas que le pueden ocurrir a una persona; pues te aguantas y además te pegas tres horas de cola y de vergüenza, viendo a la gente que pasa por tu lado, saludando a los conocidos; porque la cola es tal que da la vuelta a la manzana. Para que una empleada con cara de vinagre caducado te haga el favor de estampar un sello en el papelito, que te dará derecho a irte a hacer cola otra vez al banco y que un cajero con cara de asco te devuelva una limosna asquerosa e indecente, que ya era tuya, de la de años que llevas pagando impuestos e inventos de este sistema cabrón. Y encima esas pocas monedas no te llegan ni para pagarle la cuenta a la Pepi, la dueña de la tienda de tu barrio, que al fin y al cabo es la única que te fía.