Quiero ser como el río, ese que se mueve, ese que se desliza como una serpiente por su cauce, y que solo se sale de el, cuando se siente empachado por el agua que le cae del cielo.
Quiero ser como la mar, esa que mece a todo a aquel que se intruduce en ella.
Quiero saber cual es mi destino en este mundo, quiero sentir que la vía por la que transito es la que me lleva a mi misma.
En este paseo se me presentan tantas posibilidades que no se cual es la correcta,
¿Me dejo llevar?, pero algunas veces, hacer lo que se siente no es lo idóneo, por que hacemos daño a los que nos rodean, ¿que hacer? ¿Me marchito yo, o que se marchiten aquellos que están a mi lado?, ¿que hacer? ¿Me muevo en este mundo según me dicte la brújula de mi corazón, o la hago estallar, y así no haré daño a los demás?mi vida son continuas interrogantes.
Este dilema me acompaña siempre, desde q tengo uso de razón, tal vez, me siga agarrando de la mano en este trayecto o quizás, en este mismo instante, le digo que se baje de este tren.