“Ay, amor, como haces daño. Pasan los minutos cual si fueran años…” Mariposa Traicionera, Maná

Sin querer queriendo, te vi aquella vez.
Sin querer queriendo, nos gustamos desde ahí.
Sin querer queriendo, dejamos de vernos.
Crecimos y, sin querer queriendo, nos volvimos a encontrar.
Sin querer queriendo, nos conocimos.
Sin querer queriendo, nos gustábamos aún más.
Sin querer queriendo, empezamos a contactarnos.
Sin querer queriendo, nos besamos.
Sin querer queriendo, estábamos juntos casi todo el tiempo.
Pero después de un tiempo,
sin querer queriendo, dejamos de ser importantes el uno para el otro y
sin querer queriendo, me dejaste sola cuando más te necesité.
Sin querer queriendo, con rencor, estuve con otro.
Sin querer queriendo, lo conociste.
Sin querer queriendo, con rencor, estuviste con otra.
Sin querer queriendo, los dejamos.
Sin querer queriendo, nos buscamos.
Sin querer queriendo, nos volvimos a encontrar.
Sin querer queriendo, nos besamos.
Sin querer queriendo, nos fundimos en el otro.
Sin querer queriendo, al otro día, te despediste escuetamente.
En ese momento, sin querer queriendo, supe que era el final.
Hoy, después de tanto tiempo,
Sin querer queriendo, sigo buscando un por qué.