Mi niña
y su mania de volar,
ya se quebro las piernas
y las vendas del infierno
no alcanzaron,
para salvar su alma.
Mi niña
se acurruca
en los brazos de la muerte,
danza en medio de su destino,
envuelta en un dorado vestido
que oculta su agonía.
Mi niña
todos la ven pasar,
pero nadie la espia
en las noches agudas
de desesperacion.
-Cuando despierta en piedra convertida-
Texto agregado el 07-02-2007, y leído por 137
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