ACLARACION PRIMERA: ESTA HISTORIA NO TIENE NADA DE MORALISMO

ANA LUCIA, 38 años, 1.75 de estatura, delgada, cabello negro y tez blanca. Dos hijos, un adolescente de 17 años, JUAN CAMILO y un niño de 10 años, ANDRES. Su esposo, ANTONIO, es un hombre de 45 años de apariencia intelectual.

Usted podría decir fácilmente viéndolos que es una familia acomodada, y hasta parece que viven felices, pero, como siempre, las cosas se ven desde afuera, pero nadie conoce en realidad los miedos internos de una persona.

Aunque esta familia aparentemente se vea bien conformada, podemos estar equivocados. Hablaremos de cuatro historias diferentes, que se desprenden de un mismo problema.



ANA LUCIA
Ya se hablo de sus características físicas, pero, ¿Que hay de sus sentimientos? Cuando ella tenía 13 años, besó a alguna de sus amigas pero fue algo de olvidar. Nunca quiso mostrar su inclinación pues sabia que todo el mundo se le vendría encima, asi que en los siguientes años de su vida vio a otras mujeres sin ningún interés pasajero, sino como cualquier otra, obviamente por ser del mismo sexo. Incluso a sus 21 años abandonó su carrera universitaria porque quedó embarazada de su primer hijo, se casó y formó una familia, por eso nadie, mucho menos ella, pensaba que a sus 38 años sus deseos por otras mujeres fueran cada vez mas fuertes, gracias al resultado de unos exámenes médicos que ella esperaba con ansia que le hicieron recordar éstos y muchos episodios más de su vida y tampoco pensaba que se iban a acentuar y hasta a hacerse realidad gracias a una empleada de servicio mas joven que ella (22 años).

JUAN CAMILO:
Un adolescente como cualquiera y no con cualquier vicio, pero si muy popular: la rumba y el éxtasis. Juan Camilo, a diferencia de muchos otros jóvenes de su edad, estudiaba en un colegio cuya pensión era de un millón de pesos. En un colegio como estos, es muy fácil conseguir este tipo de drogas, que por cierto son muy caras, pues muchos tienen como comprarlas constantemente. El inicio de Juan Camilo fue como “dealer”, pero después de probar algunas pastillas, esto se le convirtió en vicio y se le dañó el negocio pues el las consumía todas.

Del pequeño ANDRES no se puede decir mucho, solo que, como a cualquier niño de su edad, le gustaba demasiado el fútbol, se la pasaba jugando en su X-Box y por fastidio a un profesor, le hizo propinar dos accidentes con fracturas.

Por otro lado, ANTONIO, el ejecutivo y padre “ejemplar”, dedicaba su tiempo a su amante de turno y a su oficina.

Como se pueden dar cuenta, solo hay dos historias interesantes por contar, las de ANA LUCIA y JUAN CAMILO (madre e hijo), gracias a las cuales, pueden parecer bastante peculiares las “comodidades” de esta familia.

ANA LUCIA
Quería experimentar una aventura sexual con otra mujer, ella lo describía en su diario personal como algo “diferente” y aunque sabia de MARTA, la nueva amante de su esposo, poco le interesaba; al contrario, le parecía que era mejor asi, pues tendría mas tiempo para buscar a alguien que hiciera realidad sus deseos y pasiones ocultas.

SANDRA
Era la empleada de esta familia, una joven simplemente bonita, no tenia nada exótico, pero tampoco pasaba desapercibida y asi, se hacia notar en los ojos de ANA LUCIA. La forma en que SANDRA se contoneaba de la sala a la cocina y viceversa, era suficiente para que ANA sintiera escalofrío y ganas de estar con ella.

La novia de JUAN CAMILO, LAURA (15 años), le aceptaba todos sus vicios, incluso tambien consumía drogas, de hecho, mas que el. Eran adictos a la música electrónica y a las rumbas de garaje.

Un viernes cualquiera, JUAN CAMILO sale a las siete de la noche de su casa como de costumbre con LAURA y claro, no pueden faltar las tan discutidas pepas y las bebidas energizantes… ellos se sienten tan bien consumiendo, por aquello de la energía y las ganas de bailar toda la noche sin cansarse. JUAN CAMILO sale en el carro de su mamá y se dirige con LAURA, las pepas y sus Red Bull al lugar de la rumba. En fin, estan tan contentos…

LAURA habla con JUAN CAMILO y le dice:
- Quiero encontrar los placeres de esto y no parar de bailar nunca
- ¿No quieres sufrir más, cierto? – respondió JUAN, como si estuviera tratando de explicar las palabras de su novia.
- No quiero sufrir, quiero disfrutar, disfruto haciendo esto.
JUAN mira como LAURA toma una pastilla blanca, la mete en su boca y toma un sorbo de Red Bull; la besa y sigue conduciendo…

Tanto LAURA como JUAN han consumido mas de diez pepas, se sienten muy bien, bailan, bailan y no paran de bailar, pero después de un rato, empiezan a sentirse un poco mareados y demasiado acelerados los latidos de su corazón.

ANA LUCIA se encuentra en la cama con SANDRA, acaban de hacer el amor, o por lo menos, eso dice SANDRA; pero para ANA lo que acaba de suceder fue la respuesta a sus deseos o, mas bien, “un sueño hecho realidad”.

ANA LUCIA mira el techo de su cuarto desde su cama, se envuelve en su bata negra, se levanta, camina hacia el baño y se alista para darse una ducha. Mientras tanto, SANDRA se viste y sin decir nada se va a la cocina como siempre.

ANA siente su cuerpo caliente, flojo y algo tembloroso. Abre la llave de la ducha y siente un dolor que le atraviesa el pecho y le recorre la espalda. Recuerda el resultado de su exámen, en el papel decía, "La paciente sufre del corazón, por lo tanto, no debe recibir emociones fuertes". Muere por un paro cardiaco.

JUAN CAMILO y LAURA ya han perdido la cuenta de cuantas pepas se comieron esta noche, ya se han empezado a sentir mal, lo perciben sus cuerpos, pero poco les importa, siguen tomando todo lo que les ofrezcan, todo tipo de tragos y drogas, cocteles amargos que los dejan tirados en el suelo, en medio de su locura. Sus cuerpos, con lo poco de lucidez que les queda, se desconectan de una vez y para siempre. JUAN CAMILO y LAURA, mueren por una sobredosis.

Después del funeral y los asuntos que debieron atender en las penosas muertes de ANA LUCIA y JUAN CAMILO, ANDRES y ANTONIO decidieron irse del pais a reconstruir lo poco que quedo de la familia. Lo peor (o mejor) de todo, es que ANTONIO dejo su complejo de saberlo todo y asi comprendió muy tarde que, por estar ocupado en asuntos urgentes, se olvido de lo mas importante, cuidar y estar pendiente de lo que pasaba en su casa. Después de esto, no se ha vuelto a saber nada de ellos, mucho menos de accidentes de profesores en el colegio de ANDRES ni de nuevas amantes del señor. Ojala sea cierto.