Ho cielo mío acero y estructura,
gavilán que se estrella con la luna,
cielo mío, altar de la negrura,
ya jamás el sol, ya jamás la lluvia.
Ho suelo mío concreto y llanura,
flor marchita que yace en la basura,
asfalto muerto, fría tierra dura,
árbol sin hojas, la triste figura.
Y la pequeña imagen continua,
diciendo sus verdades sin censura:
con tarjeta, los placeres se suman
y los sufrimientos se atenúan.
Sube, sube, ángel de plumas oscuras,
sube, ya a tu elevada sepultura,
marrano gordo, sube, con mesura
tu, que tienes las alas de gamuza
tu, que ya no tienes nunca dudas:
la gravedad no esta en los pies sino en la cordura.
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