Y Sepas Que
Te marchaste,
pero sepas que encontraré
una huella para buscarte,
un instante de tu luz,
el eco de tu risa,
algún beso enterrado en el mar,
un viento susurrando tu nombre,
los sauces gimiéndote al pasar.
Te marchaste,
pero sepas que a la distancia
seguiré abrazándote
con brazos que nunca verás;
Sepas que secaré tus lágrimas
con roces de mejillas
que nunca sentirás,
sepas que a lo lejos me hablarás,
prisionera de otros lugares, de otros tiempos,
y yo seguiré besándote desde aquí,
con besos intangibles, eternos, de sueños,
besos de bocas que nunca se tocarán,
que sólo se amarán en mis recuerdos.
Te marchaste,
pero sepas que adonde vayas
el lugar serás tú:
la tierra guardará tus pisadas,
el aire tus aromas,
la luna el fulgor de tu mirada.
Porque, a lo lejos, me hablarás,
prisionera de otros lugares, otros tiempos,
del maldito más allá,
donde despiertas y mueres viviendo,
quizás entre lápidas y árboles muertos,
tal vez junto a mi soledad.
Y yo seguiré besándote desde aquí,
con besos intangibles, infinitos, de sueños,
besos de bocas que nunca más se tocarán,
que seguirán amándose en mis recuerdos,
desde aquí, amor,
donde despierto y vivo muriendo.
Te marchaste,
y sepas que al cielo
por siempre le faltará una estrella.
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