Este es mi primer diario así que quiero celebrarlo contando algo lindo, a pesar de que hoy no fue un día muy alegre. Pero no importa, mi mamá siempre dice que los días de sol son días de sol y que los días de lluvia son días de lluvia. Algunos creen que cuando habla de esas cosas está un poco loca, pero sé que ella solamente trata de mostrarles que los días son días y nada más, y que la forma en que los veamos depende de nosotros.
Cuando yo nací estaba lloviendo, y sin embargo para mis padres fue el mejor momento de sus vidas, o eso pienso.
A veces cuando camino, veo a la gente muy apurada. La gente ya no entiende de días ni de noches, ellos sólo miran el reloj, el paso del tiempo, y suelen recordar muy a menudo que se están poniendo viejos. Yo los veo siempre iguales, aunque algunas veces los veo más tristes y otras más contentos.
Me gusta ver a mi familia unida, oír las risas, y mirarlos bailar. Sus comentarios no me interesan demasiado. Tal vez tengan razón y es que aún soy muy pequeña para comprenderlos. Igualmente a veces se me ocurre pensar que los que no entienden nada son ellos. No es que quiera juzgarlos, pero descubro frecuentemente que no hacen todo lo que dicen que tienen ganas de hacer y que nunca son aquello que tanto les gustaría ser.
Sus conversaciones se ponen muy aburridas, sobre todo cuando hablan de los demás... Yo no encuentro la gracia y tampoco sé porque a veces lo hacen en voz baja. Parece que no quisieran que otros se enteren.
Cuando veo que mi amiga Tati se porta mal, o hace algo que no me gusta, o que sé que le va a dar malos resultados, simplemente se lo digo. Y ella así se da cuenta de que por ahí está equivocada, o muchas veces me explica porqué hace lo que hace, y yo la entiendo y me doy cuenta que la equivocada era yo.
Pero ellos gritan, se enojan mucho, parecen irritarse y parecen no saber de palabras ni de verdades.
Me gustaría haber ido un poco más a la plaza. Pero mi papá estaba muy ocupado hoy; él dice que el trabajo es lo que nos da de comer, que cuando sea como él, lo voy a entender. Yo no sé que será de mi vida mañana, solamente sé que hoy tenía que ir a la plaza. Le había prometido al gatito blanco que le iba a llevar más galletitas. Seguro que me está esperando, no me gusta fallar. Ojalá que él sepa, seguramente sí.
Hoy me pasó algo muy hermoso. Vi una flor, que no era un flor, o sí lo era. En realidad una vez me mostraron algo que se llamaba flor, y supongo que esto es parecido. Pero para mi era muy distinta. No la conocía. La conocí por primera vez hoy, mientras se abría.
Mi mamá me insiste en que me duerma temprano, aunque no tenga sueño. Algunas veces me hago la dormida, la que cuento ovejas, o incluso simulo un ronquido. Y cuando sé que ella no va a volver más a mi cuarto, vuelvo a levantarme y salgo al balcón, a mirar la luna y las estrellas. Y a hablar con mis plantas. Y justo hoy la vi cuando se despertaba, sé que nadie me va a creer, pero me alcanza con saberlo en mi interior. Por suerte no le hice caso a mi mamá, sino nunca la hubiese visto. Me siento muy mal cuando no hago lo que me dicen, pero una vez escuché que hay un tal Dios que nos perdona siempre, así que cada vez que desobedezco le hablo a ese Dios para que me perdone y ya no me siento tan mal.
Mi tía siempre tiene flores en un florero. Pensé en llevarle mi flor naranja, pero me dio mucha pena arrancarla, no le gustó mucho la idea... y además no sabía si los perdones sirven para esta clase de cosas. Tal vez algún día le lleve una de esas de plástico, así no lastimo a mi flor... O tal vez como todos dicen, deba esperar a ser más grande, y pueda ir yo misma a plantarla en su jardín... ¿ faltará mucho? Espero que no. Hasta mañana.