(Estrictamente necesario leer primero el que antecede a este).


La letra U, tristona y meditabunda, sentada a la luz de la luna, entonaba una melodía y -como era romántica- gustaba de las rancheras y al mejor estilo de Cuco Sánchez y medio desafinadita, porque para cantar no era ninguna lumbrera, comenzó a desgranar la siguiente frase: "Dicen que por las noches no más se le iba en puro tomar..."

La A, acodada en una ventana, dejaba volar su imaginación y la E, masticaba un trozo de chocolate en forma de elefante. Ambas pegaron un brinco cuando escucharon cantar tan desafinada como asertiva, la siguiente palabra:
-"¡Cucurrucucuuuuuuuu, palomaaaaaa!.."

Ambas se levantaron jubilosas y sin que la U atinara a nada, se abalanzaron sobre ella y la levantaron en andas como la legítima ganadora del original concurso que ellas mismas habían organizado.

La U, poco dada a las manifestaciones estentóreas, sólo sonrió con timidez y prosiguió suspirando y entonando dulces pero desafinadas melodías, a la luz de la luna...