Aún eres tú en medio de una incesante cascada
de esmeraldas y de sombras, como una
larga palabra de amor.

Aún eres tú quien me tiene a sus pies
como una blanca cadena de relampagos
como una rosa deshechada en cortos
sueños de nieve y de sombras

Aún eres tú como una rueda de dulces tinieblas
agitándome el corazón con su música profunda
como una mirada que enciende callados remolinos
bajo las plumas del cielo, como la yerva de oro
de una trémula estrella, como la lluvia en el mar, como relampagos furtivos y vientos inmensos
en el mar...
En el vacio de un alma donde la nieve descarga
en una ventana hecha con los resonantes emblemas de otoño.
Como una aurora en la noche, como un alto puñado de flechas
del mas alto silencio, aún eres tú, aún es tu reino
mujer soñada.