Oscuridad, nexo que inhibe la conciencia,
Silenciosa, inmensa, consagrada en el altar de lo imposible,
Desde tu nada contemplas mi desnudez, arrecife de sus deseos.
Desatas la magia de sus dedos enredados en mi pelo,
Imaginas, para mi, su boca, llena de la promesa de mil besos,
Suaves y tibios, recorrer mi cuerpo.
Aliada eres de la luna, cómplice de abrazos llenos de ternura,
De su piel contra mi piel, en ese momento,
En el que se conjuran el amor y la lujuria.
Bendita oscuridad que traes hasta mi, en su susurro,
Sus te quiero, que guardo celosamente, como un secreto
Imposible de lanzar a los cuatro vientos.
En tu inmensidad traes implícito su aroma,
Que despierta mis sentidos y los alerta,
En la espera de compartir sus caricias.
|