Me rompo.
Me estoy destrozando.
pedazos putrefactos caen
como gotas de lluvia
hermanas de un arcoíris
desteñido sin sabor

Sonrío.
La muerte nos toma
una fotografía:

nadie sale vivo de aquí

hay una canción que habla
acerca de esto
de lo tormentoso de la crueldad
tralalá tralalà
ya nadie quiere cantarla
ya nos cansamos
de la agonía ya nos cansamos
de patalear la Gran Placenta
de escupir para arriba
de mirar para abajo

nadie sale vivo de aquí

Tengo mis alas puestas.
Soy un pájaro de plumas negras.
La noche pintarrajea estrellas en mi espalda.
Un cosmos me palpita en la verga.
Soy navío pirata bogando en turbias aguas.
Soy el odio que la gente se guarda para el final.
El brillo en el ojo del animal que ha cazado su presa.
La carta tramposa debajo de la manga.
Soy nada.
Una farsa.
Una frase escrita en la arena borrada por las olas.
Soy nadie.
Una mierda
cual mierda, soy abono
cual abono, florezco
cual flor, broto
me abro
estoy abierto y me expando
corroído, pero me expando

soy caos confusión
renazco
alguien se pierde
otro se ha encontrado
un niño muere
la luz de una habitación se ha ido

Nadie sale vivo de aquí.
Nadie ha pretendido.
Todos hemos sido borrados
o somos líneas iguales
códigos de barra
números de serie
inventariados
piezas prescindibles
engranes engrasados
estornudos inútiles
totalmente alienados.

Pero hay una flor
en mi mano.
Negra.
Florece insolente:
Las mariposas han venido
Los colibríes haciendo fellatios.

Nadie sale vivo de aquí
lo sé y
nadie se ha quejado

Tengo mis alas puestas
incrustadas en la espalda
toma mi mano:
Ícaro volando directo al sol
aunque me esté quemando.