Soltaría todas mis sombras amadas si te posaras en mi jardín siniestro, si estiraras tu mano y cayeras hondo por mi sonrisa. Cuando la noche me invita a sostenerme en su lengua las criaturas de este mundo se transforman en estatuas. Por eso te reclamo para que me rescates de este incendio que anuncia el final. Porque yo soltaría todas mis sombras amadas si estiraras tu mano y te quedaras aquí, del otro lado
Texto agregado el 15-02-2004, y leído por 288 visitantes. (6 votos)