Vas por la calle, un anciano se desploma delante de ti.
A) Te apresuras a ayudarlo.
B) Cruzas la acera para evitarte problemas.
C) Corres a mirar pero no te involucras.
Golpean a tu puerta. Al asomarte, dos predicadores desean hacerte oír un testimonio divino.
A) Los escuchas con suma paciencia.
B) Rehúsas escuchar, pero les ofreces hacerlo en otra ocasión.
C) Simplemente, no les abres la puerta.
Encuentras una billetera en la calle. Está repleta de dinero y los documentos para identificar al dueño de la misma.
A) La recoges y luego de verificar el domicilio del dueño, acudes a entregársela.
B) Te quedas con el dinero y entregas a la policía la billetera con los documentos.
C) Pasas de largo para evitarte problemas.
Un individuo golpea a una mujer en la calle.
A) Acudes en ayuda de la mujer, aún corriendo el riesgo de ser agredido.
B) Llamas a un policía para que intervenga.
C) Observas la acción desde lejos pero no participas.
RESPUESTAS:
En primer término, el que abrió la puerta a los evangélicos y escuchó atentamente la prédica, fue el mismo que acudió en auxilio del anciano, entregó la billetera a su dueño y luego estuvo en el incidente de la mujer que era golpeada en la calle.
Al tratar de reanimar al anciano, este le guiñó un ojo, ya que resultó ser uno de esos que se prestan para las cámaras ocultas. El buen samaritano debió sonreír a regañadientes a esa cámara que no ve, pero que intuye dentro de aquel furgón.
Los evangélicos no eran tales sino asaltantes que, luego de atarlo de pies y manos y amordazarlo con un sucio trapero, se llevaron todo lo de valor de su casa.
El mismo tipo fue el que recogió la billetera y luego de examinarla, se guardó el dinero en sus bolsillos para resarcirse de las pérdidas ocasionadas por el asalto. Luego, entregó la billetera a la policía para que fuese devuelta a su dueño. Después, a resultas que el dinero de la billetera era falso, cuando intentaba cancelar una importante suma en la gran tienda, fue apresado y enviado a la cárcel, en donde estuvo recluido tres años.
Fue el mismo hombre el que golpeaba a la mujer, que era, en realidad, su esposa, la que le había engañado con un vecino durante el tiempo que el estuvo en la cárcel.
Como puede verse, hay que pensarlo dos veces antes de contestar este cuestionario…
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