Un viaje nacido desde la fiebre sin ninguna meta evidente.

Surcando las aguas de la mente,
intentando llegar mas lejos
hasta donde logre parecer coherente.
Vaciando ideas y llenando libros,
fuera del alcance de serios mundos.
Lentamente se trastoca la gente,
parcialmente me veo sentada en el muelle
antes de zarpar.
Un pasaje rumbo a la melancólica niebla,
un respiro antes de caer.
Dentro de laberintos acuosos,
entre espinas y rosas,
llegare hasta donde se acaba el mundo.

Sin parar, ni detenerme
navegare en contra de la realidad,
hasta donde toque un sueño,
donde me pierda para jugar.
Así mañana será un nuevo día,
más escritos y cosas sin sabor.
Se callara el más triste grito,
se consumirá el poder
y solo soplará el viento.
Mañana será un nuevo escrito,
nuevas paginas por recorrer,
mañana todo será igualmente distinto.