Cada noche, cuando el sol se oculta
cuando la luna sale a pasear por el firmamento infinito
cuando las estrellas escuchan las confesiones de la tristeza
las voces desconocidas una vez me llaman
me invitan a soñar que vivo, a vivir soñando
Cada noche, cuando el silencio grita tu nombre por los callejones de mi mente
cuando los ángeles bajan del cielo
a recoger las lágrimas de los elegidos
cuando la pluma se mueve como un cuchillo
desgarrando el opaco libro de mi vida
escribiendo cartas en blanco, sonetos sin luz
mientras los recuerdos lentamente se diluyen en la tinta invisible
de mi soledad, la cual parece besar el frío papel de mis sueños rotos.
Cada noche, mi cuepo siente la ausencia de tu amor
mi alma tiene sed, y mi espiritu desfallece
cuando la lejanía parece acercarse
con cada latido de un corazón marchito
cuando el dolor sabe a miel, y el miedo es como tus besos al amanecer
helados y desesperantes.
Memorias, traiciones, como el mar sereno
la lluvia que cae día a dia sobre mis espaldas
los deseos que siempre viven en la infinidad de un amor imperecedero
tristeza, soledad y ternura
quizás una noche sea suficiente
para apaciguar los temores del ayer
el reloj sigue andando
mientras recorre su eterno sendero, se burla de mí
de mis versos sin sentido y mis canciones sin dueña
la esperanza se consume en mi interior
como un cirio, poco a poco consumido
por el fuego imponente de los lamentos pasados y las inquietudes futuras
cada noche.