Querido diario:

¿Sabes? hoy la ví...
¿Cuantas veces me has escuchado?
le dije, con pasión
te amo, siempre lo he hecho
la mágica silueta de tus labios
llenos de dulce veneno que me hace delirar
mujer, dueña del alma perdida
traviesa forma que se dibuja entre la oscuridad acechante
¿no lo comprendes?
que cuando al cielo veo, en esas noches de desvelo
solamente tu rostro se presenta frente a mí, opacando a las estrellas
esencia de la luna eres, fragancia del pecado
¡Ah! si tan sólo una lágrima pudiese cambiar el pasado
eso dijimos aquella vez, una tarde cualquiera
mientras en el espejo se perdía el reloj y la noche a paso lento se veía venir
callado, trato de evitar el recuerdo de no tenerte cerca
y la desesperación de ansiarte a cada instante que pasa
que las hojas caen marchitas, cuando el otoño llega
y la blanca nieve del invierno se asemeja a tu sonrisa entre las nubes
Si tan sólo estuvieses aquí, dejarías de ser ese ángel invisible que cuida mis pasos endebles
si tan sólo tu respirar me arrullara por las noches...
si tan sólo pudiese rozar tu alma con mis dedos desnudos...
sería feliz...
Un día caminando por la playa, recordé tu silueta
tumbado en la arena, recordé tus besos de nuevo
sin siquiera haberlos probado.