Al mirar al horizonte y ver ese universo azul, con mis alas escarchadas, mis manos temblorosas por el dolor que este frío inmenso me hace sentir, recuerdan el ayer, ese ayer que te hace sentir pleno y lleno de energía, recuerdo de una vida que ya jamas existirá, recuerdos de una candidez que me hubiera gustado mantener, recuerdos de milenios de sabiduría sin poder compartir contigo, siento en mi frío corazón que nunca podré alzarme y andar.

Mientras pasa el día, ese día tan largo y agotador lleno de voces, odio, melancolía y temor, yo tejo mis alas con este invierno alado lleno de sensaciones tan placenteras, lleno de emociones tan duraderas, que abren heridas en mi alma y llegan tan alto que los siente mi señor en su trono frío cargado de dolor...