Durmiendo en el cráter
mas hondo e inhóspito de la luna.
Soñé con ella, y...
logré un suspiro de eco metal pálido.
Sonó su llanto
y al barrer el rostro húmedo
merecí un desierto
perdido entre la trama tejida
por mis versos.
Y en la tierra,
descendí de mi nave de espinas
para encerrarme en un zarzal
desarmado y custodiado,
por las hordas y legiones
de las mas bellas flores
que habitan en el infierno,
junto a las uvas del tormento,
Baco néctar vino negro.
Poder que me lleva
al límite sólido de los sueños azules.
Quedo ansiando la esperanza de estar
despierto en la cara,
si, la cara antagónica de la verdad.
sobre un planeta amarillo,
en la precisa armonía de su cuerpo.
Es poesía bajo la claridad fina
del negro foco, que nos ilumina
desde el centro y para dentro.
Sigo siendo el poeta del remordimiento,
hasta que, ya despierto,
en el purgatorio...
Vuelve a ser: refugio en las torturas,
ser la luz en las negruras.
!Para¡, espera...
Ya funcionan las escaleras mecánicas
por debajo de erupciones volcánicas,
sobrevolando el hielo glaciar.
Donde en un panteón perdido,
en un tiempo olvidado,
en un futuro atrasado.
Durmiendo en el cráter
mas hondo e inhóspito de la luna,
sabré que no solo he soñado.
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