Cuando decidí amarte
ya tu corazón había sepultado mi recuerdo
sin siquiera poder mis labios decirte adios,
queriendo decir más bien hasta luego,
ya que sabía que mi devastado corazón
volvería a ti lleno de ilusión,
más como nunca quise creer tu desilución,
alimenté mi nostalgia con tus fotos abandonadas
pensando en cómo llenarlas de vida.
Cuando me decidí,
corrí a tu encuentro
más choqué con los cerrojos de tu corazón,
como armas utilicé mis ojos
que eran lo único
que podían demostrarte mi arrepentimiento;
pero tu frialdad los congeló.
Luego rendí mis manos a tus deseos
y tu las dejaste caer llenas de ansias,
dejé mi corazón a tus pies, por último,
pero lo tomaste
para enterrarlo junto con tus desdichas,
al lado de un cardo
surgiendo de él eternas espinas
que en invierno pasaban las húmedas tierras
que cubrían mi ya perdido corazón
y se clavaban en él sin ninguna compasión.
Sin ya tener más que ofrecerte
me dejé llevar por los huracanes
que me han guiado a las profundidades del mar
en donde miles de tiburones
se pelean por devorarme,
mientras que yo,
lo único que puedo hacer es pensar en ti,
en como volver a estrecharte.
Cuando lo descubrí sólo mis huesos quedaron
para satisfacción de quienes hoy me visitan
en este trozo de mármol
que se supone me inmortaliza;
aunque en realidad
los temores me impiden descanzar,
ya que escapan de mi lecho pastoso
cubierto de mármol
y revolotean por cada rincón
que recorres angustiado buscando mi rastro.
Pero hoy
que estás sentado junto a mi,
con tus ojos llenos de lágrimas
crees verme saliendo a abrazarte
aunque sin poder tocarte
ya que te quedaste con mis manos,
y sin poder sentirme
porque ya enterraste mi corazón.
Te cuento todo esto
esperando que pudieras oírme
aunque estás lleno de reproches
por haberme desechado en el olvido...
mis temores se marcharán contigo
dejándome en completo descanzo,
en gratitud a tus lágrimas
saldrán rosas blancas desde mi corazón podrido
que aún puede purificar las espinas
y yo me quedaré pensando en el infinito
de cuánto sufrí
y de cuando decidí empezar a perdonarte.
DEL: 7.06.1999
A: C.R.P Y L.H.
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