¿Que unas miradas se cruzaron?
¿Que un par de corazones se miraron de frente?
¿Que aquello nos obligó a sonreirnos?
¿Sería acaso la luz de mi alma
que sobresalía a cualquier cosa?
¿O sería tal vez
aquellos ojos que tenían soles apagados
con aguaceros milenarios?
¿Que te hago bien?
¿Que me haces inmensamente feliz?
Jamás mi vida estuvo tan al desnudo.
Tal vez tu jamás
hubieras escogido una margarita
teniendo una rosa fragante a tu lado.
Solo que nadie quiso
desnudarme sin importar quien viera.
Y quizas no habías reparado
en las mil espinas de tu rosa
hasta que esa margarita te saludó
en el camino una tarde cualquiera.
a: I. DL. P.B.
Texto agregado el 25-01-2007, y leído por 110
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
09-10-2007
hermoso... el desdoblamiento... todo. amitabha
25-01-2007
el ultimo parrafo es revelador, se pueden sacar mil conclusiones,la mia me la guardo, me encanto!5* KUMBE
25-01-2007
QUÉ HERMOSO!!!!!!! tecclas
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