Millones de colores en el cielo
millones de grietas en mi corazón
ahora sólo se de dolor.
La alegría se marchó de mis labios
y mi mirada se la llevó la esperanza.
Había tanta alegría por todos lados
pero yo a todo le buscaba el lado amargo,
ya ni los pájaros cantaban en mi ventena.
Todo lo que llega a mi lado se marchita...
se muere.
Por todos los lugares que recorrí
quedó una marca imborrable,
la marca del olvido.
Tanta llegó a ser mi soledad
que ya ni el sol me iluminaba,
tanta fue mi soledad
que me fui por una calle
sin sol, sin beso de despedida,
sin una lágrima por mi partida
y sin siquera tener a alguien
para decirle adios...
Sólo le dije adios a mi sombra.
Texto agregado el 24-01-2007, y leído por 97
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
25-01-2007
Una desolación abismal. Un maravilloso triste escrito, deja un sabor a nostalgia taciturna!!***** terref
24-01-2007
Tanta llegó a ser mi soledad
que ya ni el sol me iluminaba, """ SIN DUDA TODOS NOS LLEGAMOS A SENTIR ASI revolution
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