Sobre el abandono infantil




Buenas tardes, buenas noches
bienvenidos, bien hallados
Con estas simples palabras
mi romance ha comenzado.
Todos se preguntarán,
a poco de espabilados
de mi oratoria el motivo
¡no sean desesperados!
La idea de mi argumento,
lo que voy a relatarles,
surgió de mi propio cuerpo
cuando me hallaba una tarde
tranquilamente sentado
sobre la taza del váter.


Oí un plop, y un burbujeo
Y otro plop que lo seguía
provocándome en los bajos
unas húmedas cosquillas.
Di un salto rápidamente
por ver que lo producía,
y al mirar en el retrete
¡que magnífica alegría!
Dos grandes barcos canelos
¡qué consistencia tenían!
Arte biodegradable
Éxitos de ingeniería
Saqué uno con cuidado
Y al tiempo que lo cogía
Se me ocurrió preguntarle
¿Eres tú el que me salpica?
¿El que al defecar me deja
La piel del ano escocía?
Que aún estoy goteando
Y siento la pierna fría.
Me miro desafiante,
Callado permanecía
Mientras yo como un iluso
la pregunta repetía.
Más no conseguí sacarle
Siquiera esta boca es mía
Por mucho que lo apretaba
Lo pinchaba y lo mordía
No confesó una palabra
¡tanto orgullo poseía!
Vime pues acorralado,
Consumido por la ira
Obligado a realizar
Una horrible fechoría.
Mientras el truño en la mano
Con firmeza sostenía
Lo incliné sobre la taza
Con arrojo y sangre fría
Para que viera a su hermana
Sola y semisumergida
Puse el dedo en el botón,
¡no sabía lo que hacía!
Amenacé con pulsarlo
Por ver si reacción había
Pero la sólida masa
No parecía dolida
Así que con un impulso
De criminal mierdicida
Puse en marcha la cisterna
Y al mirar como se hundía
Sentí en la mano la otra,
La que tenía cautiva
Como sin reconocerlo
De rabia se derretía
Me manché al fin las dos manos
Con mi propia cobardía
Y al tiempo que la asfixiaba
Suavemente le decía
“te quiero, pero a tu hermana
Vas a hacerle compañía”
La tiré por el retrete
Por acortar su agonía
Pero empecé a darme cuenta
Cuando la perdí de vista
De que la echaba de menos
Y que era yo el que sufría
Cuando a mi propia camada
Tenía que despedirla.

Solo me queda decir
Para poder acabar
Que han de tener cuidado
De no mirar hacia atrás
Al tirar de la cadena
Después de finalizar
Pues si les cogen cariño
Despedirse cuesta más