Contigo aprendí que la vida no es un juego, y si lo es, solo tú me enseñaste a ganarlo.
Renuncié a todo por verte feliz, cambié de vida y solo pensé en ti, oculté el miedo y me deje llevar.
Y ahora pago por mis errores, no tengo ni una sonrisa y tú esquivas mis palabras.
Prefieres no oír explicaciones y yo prefiero no inventarlas.
Te encargas de no escuchar mis disculpas y sé que yo tengo razones para seguir suplicando.
Mi arrepentimiento se ve reflejado en la debilidad de mis pasos y en la fuerza de mis abrazos.
No sé si seguirás siendo mi mejor medicina, pero en ti aún encuentro el remedio para mi sufrimiento.
Texto agregado el 24-01-2007, y leído por 95
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Lectores Opinan
24-01-2007
No vale la pena que te dediques a sufrir y a culparte por algo, mejor cámbialo!!! Hazle notar cuán arrepentida estás y verás que el amor está basado en hechos, no en palabras. Lei_ly
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