Caminas en sentido contrario a mí.
Cruzamos la misma calle
Medimos los mismos pasos.
Entre la multitud, entre tanta gente igual
Te espero, te observo y te respiro.
Estás más alto, más delgado, más tranquilo en la ciudad.
Estás más rubio y más claro.
Estás más solo que antes.
Piso la sombra que se encuentra a tu lado.
Aquella que aplasta mi zapato.
La sombra negra que cubre tu encanto.
Esa que nunca he besado.
Tú viras la mirada hacia mi silueta
Me miras sorprendido
Y comienzas a tararear una canción:
“Vuelves la vista hacia atrás y lloras…
Porque ella no está.
Sangra la herida en tu piel
Mientras ella cura entera su sed.
Duermes tranquilo y ya no hablas
Sientes a tu lado que ella bebe de tu vooooz.”
Ambos comenzamos a danzar
Bajo el sol y su nube de cristal.
Ambos lloramos el recuerdo.
Ambos cruzamos los dedos
Ambos dejamos de latir.
Texto agregado el 23-01-2007, y leído por 116
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