Cruel destino, vago, he insensible dilema al agotar mis ideas, abrazar al viento desbocado cruza sus largos destinos o fundirme en el calido beso perfumado a nicotina.

Soy tan vulnerable, amansas al poeta en mi ser, haces de mi mundo que retoñen, luceros y cometas, detente observa al firmamento van dos estrellas aferradas a de sus manos paseando por los parpados de yeso de la luna, somos emiferos, diminutas criaturas perdidas en este tumulto de tierra ya llamada soledad.

El corazón late al son de tu cama, los deseos emigran al crepúsculo de tus labios, la noche es fría, desolada calle ebria al compás de tus aceras quiero beber te busco y te encuentro en ese abismo de lamentos sostenidos por cordones de plata que soportan mi fe.

Cruel destino, amordazan mi alma al silencio al pronunciar tu maldito nombre a la lluvia…