El alcohol de caña es tu sueño cuajado,
tu zigzagueo no llorará por mi “mí”,
lo sé muy bien,
y tus chucherías azul eléctrico
también creen en mi cinismo,
como mi chucha en tu espejismo.
Súbitamente hiciste una caricia,
con ortigas,
sobre el hueco de mi espalda,
y con bastarnos en el fantasma,
-hijito de puta-
buscaba ternura entre deseos de todos,
sería en mi úlcera,
será en mi ingle,
en el mismo drama de colores,
con sangre, con quejidos de “mi obsceno”
y sé tenerte
(cuando no quiera)
imponiéndote pesadillas verdes
de viejos, de mis adobes sicalípticos,
y entonces…
-hijito de puta-
te infamas en lo obtuso de tus labios,
crees arrancarme de mi tajo
y, mierda…..soy otra vez una cuca,
-hijito de puta-
-hijito de la gran puta-
Como si los “para siempre” vivieran con café
y cáncer en el mismo muslo
Para nunca…
Hasta nunca.
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