CALOR Y VIENTO
Desvelo de levante en le estío,
vueltas sin fin en lecho humedecido,
entonces fué, saliendo del olvido,
cuando volviste al corazón mío.
¿Porqué tu mal recuerdo mimo y crio?
y esta noche, sin haberlo elegido,
tu imagen, cual tesoro perdido,
mi soledad inunda como un rio.
Ese recuerdo, que creía olvidado,
aún mantiene mi musculo en tensión,
perdida tu presencia por el hado:
Como decía el poeta atormentado
de un gran amor eterno y su pasion,
en verso al Parnaso destinado;
"Polvo serán, mas polvo enamorado",
y yo, pobre poeta de ocasión,
con un polvo, no mas, ya voy aviado.
|