Que dia tan hermoso para darle el alma al viento, Para cortarme las venas, Un dia lluvioso con un sabor dorado. Con rios de sangre y aromas de aves, Un dia glorioso para sacarme los ojos Para destrozarme los brazos. Quiero atarme los rencores al alma Accarriarlos de plaza en plaza Y soltarlos al horizonte morado. La señora melancolia y don soledad ¡Oh como los he extrañado! ¿Por que me habian abandonado?. Hoy en un dia nublado Los he acorralado. Tragicamente amable, hoy, Sutil juglar de posias y desamor. Que dia tan dulzemente castrante. Un dia absolutamente precioso para matarme.
Texto agregado el 21-01-2007, y leído por 109 visitantes. (4 votos)