Agua, se me escurre el sabor de la mirada perdida con un par de matas cortas hecha sudor al cuerpo sazonado de sabor a ficción y magia. Un par de constelaciones aparecieron, entre mis dedos tenia el cigarro encendido y el resto era agua… me escurre a través del pecho, baja y moja mis ganas, sube y busca mi boca sedienta, condensa otra vez el calor momentáneo, aparece y se lleva mi pureza… de mí no queda nada, se ha ido con una corriente que me invitó a viajar por sistemas cerrados, llenos de humo… y agua. Cierro fuerte las manos para que no caiga mi delirio y locura forzada, estimulada, bien vivida y disfrutada, pero es ese líquido sin sabor a después que se va con el hoy, vaciando cada vendaval que pudo haber aflorado en momentos culmines de cuerpos que se conocen, de labios que se rozan y se ven reflejados en las constelaciones que sólo yo veo cuando miro al cielo con los ojos cerrados…