En las mentiras de la historia
mil sonidos que no se pueden identificar
claman desde las profundidades
para contaminar la sucia paz.

Desde lo alto del castillo
sobrevuelan las nostálgicas almenas
serenos espectros olvidados
junto a su honor y su grandeza.

Desde el templo de Salomón
hasta la tumba del Apóstol se forjo su valentía.
Pero peor suceder del razonamiento Papal
denostó y calificó de herejía.

Románicos pórticos testigos del daño.
Grandes hombres pasados a cuchillo
por la ignorancia de un rey
que quería ser divino.

En la soledad de estos muros
quedan victorias perdidas.
Desde Cornatel las luces se encienden,
la niebla del Bierzo no olvida.

Chasquido lejano se escucha en sus atalayas.
Las caricias de la historia no templan
la soledad que trae el eco y las las lágrimas
que junto al Sil ahora sucumben entre la niebla.

La sombra alargada del olvido
derrumbo sus fortificaciones.
A los lejos, en los Ancares, se escucha
el lene son de sus oraciones.