Diría sin dudarlo,
que lo que hoy escribo es un poema,
aunque podría ser también
una simple historia...
No deseo estrellas ni comentarios,
sólo contar lo que aún no me atrevo a decir...
Que la amo,
sí, como ama el ave al viento
cuando entre sus plumas se desliza,
cual pez entre estela de blanca espuma;
Te amo, no desde hoy,
ni desde ayer, sino desde siempre,
quizás ni siquiera yo se
cuánto esperé tu aparición,
entre suaves cinturas
y remontados senos,
que a mi lado estuvieron
y murieron;
te amo amor encontrado,
amo tus nieves mejillas,
tu sonrisa que no acaba,
incluso el tabaco de tu cigarro,
tus miradas impulsivas
y sobre todo tus manos,
que en cada cajetilla marcan
la esperanza de dejarlos...
Quién diría que me enamoraría,
de nuevo así,
de una hermosa
e inalcanzable estrella,
que más queda
para el corazón ya herido,
sólo vanagloriarse de encontrar de nuevo
a quien amar,
pues en tu mirada veo,
que sólo alcanzaré
una amada amistad.
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