El DÍA EN QUE CALLARON LOS POETAS
Una poesía, negra, lúgubre, decadente,
emerge, nace, aflora en la tierra,
en el aire, en la calle, en los vidrios,
en el metro, en la gente .
La poesía en estado agónico,
se tropieza, se quiebra, se cae,
se levanta sin esperanzas, y
siente el llamado mortal.
Un sol negro, vestido de notario
enciende y alumbra el cortejo.
Una luna grande, vestida de naranjo,
llora rosas malvas y amapolas rojas.
Los poetas, mudos testigos,
ocultan en sus miradas
la imagen pálida de su amada mortal.
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