No resulta aconsejable la lectura de los textos encerrados entre paréntesis en presencia de menores de edad o de mente. Recomiendo también abstenerse de leer este soneto a navegantes sin sentido del humor.



Un clásico preludio milenario
da comienzo al viaje por un mundo
de placeres carnales más profundos.
(que la falta de seSo en este otario)

Misterioso terror de serpentario
que recorre tu vena, e iracundo,
sientes que son horas los segundos.
(esperando el mordisco necesario)

Entregas el tesoro más valioso
a los juegos traviesos de tu amada.
(gimiendo como un menesteroso)

Rogando que su boca enamorada
se encuentre por fin llena de gozo.
(lamiendo cada gota derramada)

ergo

Dedicado a mi enemiga favorita