No sé cómo decirlo de otro modo, esto es un acumulativo de malas cosas, de antisentidos guardados que sé debo sacar de modo alguno, en que no te vulnere por no ser una sola, sino la sombra difusa que de sus cuerpos en el camino ha quedado, para mostratme como ha cambiado todo hoy que parece ser que no sepa quien eres después de todo.

No me gustaba tu piel, pero cómo ansié devorarla toda, como para saciarme de tu cuerpo ajeno a mi ser. No era el mejor de los aromas el de tu cabello, pero cómo ansiaba verle moverse sobre mi rostro aperlado, enrojecido y apresurado. No fueron tus piernas los barrotes que me contuvieron, pero mucho tiempo quiese volver a sentirles sobre mi cuerpo, entrelazadas jugando a destruír el orden de las cosas silenciosamente.

Bajo las escaleras, miro el polvo que dejo y levanto a mi paso y no dejo de pensarte un día siquiera, en que algo te haga emerger del cajón donde guardo tu nombre. Hubo una vez un reto que significaba venir intentando todas las nuevas cosas, pero se fué desvaneciendo de a poco. Luego vino la monotonía, el saber siempre lo que pensabas, o adivinar con sólo verte lo que estaba haciendo mal.

Busqué los medios para hacerte entender qué era lo que me molestaba, pero no entendiste. Acaso no supe decir las cosas que me hicieron alejarme de tu lado acaso antes de tiempo, hoy, montado en un antisentido diferente me dispongo a sacarlo todo sin reclamo alguno, sin vulnerarte demasiado por ser tú sola la imagen de varias mujeres a quienes en su tiempo sé que amé, muy a mi acaso mal modo.

Si te encuentro no dejo de sentir de extraño modo, que se contraen mis músculos internos, aunque sepa que no volvería a rendirte tributo como he hecho. No es lo mismo decir que hacer, pero con ausencia has logrado que te arranque de mi pecho. Hoy los múltiples nombres que te esconden entre la bruma me rodean mientras padezco de otro insomnio, son muchas cosas las que quedan dentro y me hablan de vosotras, mujeres circunstanciales y muy poco transitorias que me han dado un poco de sus vidas.

Sea este un nuevo intento por expulsar de mi cuerpo estos fantasmas difusos que salen por momentos oscuros, hasta erradicar por completo los recuerdos que duelen con forma de un antisentido diferente de como hubiese querido. Acaso un intento prematuro que no te dañe lo suficiente como para que duela leerme un poco, nuevamente.