Mojada con la transpiración despertó Alicia ,tenia vagos recuerdos de la noche anterior pero poco a poco con el paso de los segundos y el olor a vida empezó a tener vagos recuerdos de lo que había pasado, a su lado se encontraba una carta con una rosa blanca, con temor al contenido la joven mujer tomo entre sus sucias manos aquel papel que para ella significaba tanto.
Al ver la letra del emisor una lagrima negra callo por su mejilla pensó en el maquillaje, que levemente empezaba a perderse, pero siguió con la lectura, cada frase que decía en aquella carta le daban mas pistas para averiguar lo que había pasado la noche anterior, primero fueron vagos recuerdos de luces y música, luego el recuerdo de una sonrisa, era un hombre alto moreno de grandes ojos verdes, ya lo recordaba un tipo que había conocido en la fiesta, también recordó el olor al perfume de este, el olor de toda esa gente que eufórica bailaba como si el mundo estuviera por terminar.
Luego recordó un viaje en un auto pequeño junto al hombre moreno, la entrada a su departamento, la cama vacía, el sonido del teléfono, las manos de el por su cuerpo, sus besos con olor a trago, su camisa saliendo por su cuello, su falda recorriendo sus piernas, esto la hacia llorar, no creía que todo lo que el relataba y los recuerdos de ella fueran ciertos, pero en un momento el llanto seso y se transformo en histeria, comenzó a gritar a tirar las cosas de su casa, a llorar desesperadamente, y lo único que ella dijo fue: bienvenida al mundo del sida.
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