Y entonces por qué lloro, si yo elegí la muerte;
si de mi agrado fue el instrumento...
Si derramé yo la sangre, y la vida la solté yo.

Deliro, sola en mi locura, a no vivir me decido:
cerraré los ojos, me despido. Tú, descansa, duerme sin mi.

Si soy yo la que se lastima, ¿por qué culpo a otrxs?
La debilidad de mi cuerpo se expresa con mis deseos de muerte.
¡Si la víctima soy yo!
No sufráis aquéllxs que amo... No sufras tú, la que muere soy yo.

Y vislumbro, diviso la calma, yo demente;
me enamoro y ya no vuelvo...
Seguirás tú, tan fiel a mi lado...
Mi perfume se mudó; el olor de mi sangre ya no es más...
No me sientes...

Y aún si eligiera vivir y matarte, y no evocara emoción alguna por tu cuerpo, ¿me amarías?
¿Me amarías como entonces?