-¿Y si decidiera lanzarme corriente abajo? -¿Quereis probar mi valentía? -¡No, mi bien amado!, más que tu valentía, tu ánima entera quiero saborear -¡Entonces no lanceis tu cuerpo a estas aguas! - ¿No me quereís acompañar? - ¡Mi destino es seguiros, bien lo sabeis! -¡Entonces seguidme, y verás que al final del camino os espera vuestra recompensa por tan sabia espera!.-
Texto agregado el 17-01-2007, y leído por 174 visitantes. (3 votos)