Llevaba el cuchillo en su mano derecha, empuñandolo con tal fuerza que su brazo se movía con rigidez y torpeza, abrió la puerta con una patada y al salir la observó inmóvil en el patio de su casa - ¡ Ya vas a ver!...- dijo en tono amenazante y la tomó con su mano libre y le asestó dos cuchilladas en su centro, la llevó hacia la calle y la tiró en la acera; los niños no salían de su asombro viendo ese hecho y solo Juanjo el mas grande de todos enfrentó la situación con un grito- ¡ Viejo locoooooo, nos rompiste la pelotaaa!¡ Mas te vale cuidar los jazmines!¡ Te lo vamos a hacer bosta!- Y todos salieron corriendo en distintas direcciones hacia sus casas, temerosos de la amenaza de Juanjo y sus consecuencias o solo asustados por el tràgico final de la pelota.