Me disparo...
aunque me tiren los astros,
uno de cada brazo.
Caeré.
seré maestro.
Y enseñaré otra vez mi absurda gramática.
Me colgarán de las mangas.
Risas.
Bastos.
Sedas
Gallos.
Y esta vez las bocas se pintarán entre ellas...
unas a otras.
Antes que todo,
guardo mi acento extranjero,
Y mi valija de mimbre muerto.
Rezo para no congelarme la última idea.
Te quiero y no lo sé.
Vivía viajando en mi estático aerotaxi.
Va rápido.
Se aleja.
Y ha perdido el ardid de equivocarse.
Vuelve.
No ve
Pero en su vientre laten mis días.
La verdad, no estoy seguro cuantos son..
a veces desaparece entre los árboles de la playa.
Entonces soy un paseante.
Un trotamundos,
que solo traslada un poco de agua en los pies.
Texto agregado el 17-01-2007, y leído por 126
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