Si la vida fuese un teatro
entonces serías tú mi titiritera
silenciosamente moviendo los hilos que me conducen
allá, entre las sombras
y supongo que al final, todos aplaudirían
y el público se levantaría de sus asientos
para admirar a ese muñeco de trapo y de tristeza
Y si mis lágrimas fuesen de papel
entonces las tomaría, y con ellas formaría una página de nuestra historia
si mis deseos fuesen como el viento
seguramente hasta ti volarían, y te contarían lo que no te pude decir hace tanto tiempo
pero no es así
soy de hielo, de hielo y de plata
como las perlas que de tus ojos vi caer un día
y tú, eres de silencio
de silencio casi eterno, de angustia incesante
de ilusiones partidas y de labios sellados
sin embargo, cayó el telón...
y entonces la noche vino sobre mis espaldas.
Y si entonces te encontrara en mi cielo
te tomaría de las manos, y me atrevería a robarte un beso
pero el teatro seguramente ya no existiría...